Cuando se diseña una sala de exhibición se tienen que considerar las necesidades de dos mundos que estarán en constante convivencia en el mismo espacio; formados por aquellos que lo van a operar y los que lo van a visitar. El que todos tengan una buena experiencia dependerá de un diseño interior que integre todas las alternativas en una atmósfera que mantenga el balance entre los dos mundos. Es un espacio de cerca de 800 m2 para la exhibición y especificación de recubrimientos cerámicos que tiene dos niveles. Pensando en el tipo visitante que tendrá el showroom definimos la planta baja para el cliente final y para el cliente profesional (arquitectos, interioristas, diseñadores, especificadores, desarrolladores) se definieron varios puntos en las dos plantas. La altura, los amplios espacios y las fachadas de vidrio permitieron dar forma a una atmósfera muy luminosa en la que los productos no se exhiben, sino que se presentan como si fueran piezas de arte de una prestigiosa galería. Para enfatizar este impacto se trabajó con la escultora Girasol Botello quien desarrolló una serie de objetos de todos los días —mesas, lámparas, laptop, un simpático perrito y hasta un WC— todos ellos estilizados en alambrón, logrando dar carácter a cada uno de los ambientes sin obstruir la vista hacia los diferentes materiales en muestra. Con el arte en mente se aprovechó un espacio de doble altura para hacer una especie de mural simulando un gran cuadro, de unos 15 metros de largo por 6 de alto, inspirado en los cuadros del movimiento cubista y sobre todo haciendo un sencillo homenaje al trabajo del Maestro Carlos Mérida, utilizando una selección de materiales de gran formato de la marca. Se desarrolló una gran ceramoteca con una generosa mesa de trabajo al centro para invitar a los clientes y profesionales del espacio a seleccionar los productos más adecuados para sus proyectos. En el primer piso se distribuyeron distintas áreas de trabajo en varios formatos para cubrir todas las posibles variables. Remata con una bien equipada cafetería conectada con una agradable terraza. Categoría: Comercial Proyecto: DIN interiorismo Interiorista Aurelio Vázquez Año: 2021 Localización: Ciudad de México, México Superficie: 800 m2 Fotografía: Arely Medina

En la antigüedad, las culturas occidentales relacionaban a los elementos de la naturaleza con las diferentes manifestaciones de la materia, las de oriente como los diferentes tipos de energía en un estado de constante interacción; para este hotel —diseñado bajo los conceptos de los Hoteles de Amor— fuego, aire, agua y tierra son los elementos que integran el hilo conductor del proyecto. El color relacionado con cada uno de los elementos, juega un papel muy importante en las valoraciones que se hicieron para presentar las diferentes alternativas. Cada paleta de color está inspirada en las cualidades básicas que distinguen al cuarteto logrando que cada tipo de habitación sea radicalmente diferente, no sólo por la gama seleccionada, sino porque también lo integramos a todos los componentes del diseño interior. Así tenemos habitaciones de aire, muy blancas y monocromáticas, con un mueble (fajódromo) inspirado en la nieve y una rejilla en el suelo con un ventilador para reinterpretar la famosa escena de Marylin Monroe en la película "La tentación vive arriba" (The Seven Year Itch, 1955). En agua, la cama está girada y pegada a la regadera, sumergida en algo parecido a una alberca y con un fajodromo en forma de gota. Fuego vibra con la paleta de color de ese elemento, rojos y naranjas acompañados de tonos madera y en Tierra destacan los colores de la naturaleza como los verdes y los cafés combinados con gráficos de piedras además de una regadera que deja ver solo la parte de abajo del cuerpo. Una vez que los huéspedes han revisado las opciones surge siempre la pregunta: ¿cuál es el 5to Elemento? y la respuesta la encuentran después de que han pasado un delicioso momento de solaz y esparcimiento en el elemento de su predilección, ya que aquel que parece que falta está en cada uno, su experiencia, en la pareja, el sexo, la pasión, la diversión, la exploración, el amor, etc. y la aventura se convierte en encontrar la respuesta infinitamente. Categoría: Hotel Localización: Ciudad de México, México Año: 2019 Proyecto: DIN interiorismo Interiorista Aurelio Vázquez Área: 4,800 m2 Fotografía: Mikcas

Este proyecto, uno de los más peculiares que hemos hecho, presentaba unas dificultades a las que nunca nos habíamos enfrentado. Consiste en desarrollar dos áreas, conectadas entre sí, pero radicalmente distintas. La primera, el interior de una cueva en una montaña ubicada en el área verde de un desarrollo inmobiliario muy ambicioso en el estado de Querétaro. Esta cueva —de unos 80 m2 en su planta— tenía como primer reto el levantamiento del espacio para lo que utilizamos tecnología de última generación. La segunda parte era la ladera de la montaña a donde desembocaba la entrada de la cueva, es decir, un espacio totalmente abierto, con pronunciadas inclinaciones y variada vegetación. Al igual que el interior de la cueva, éste también requirió de sofisticados métodos para generar los planos necesarios para el desarrollo del proyecto. Una vez superados los obstáculos iniciales y con planos en mano, nos dimos a la tarea de desarrollar la parte conceptual del espacio. En este se planteó un lugar para la cata de vinos en el interior de la cueva y unas plataformas para hacer eventos en la montaña y la interacción de ambos conceptos. Se decidió respetar al máximo las formas naturales de la cueva, obligándonos a delimitar las zonas por las que las personas podían caminar. Esto se logró con una especie de tapetes de madera en forma de tarimas sobre el suelo arenoso existente que, con juegos de luces en sus partes flotadas da la sensación de estar en un espacio espeleológico. Como ya mencionamos la iluminación jugó un papel esencial en el interior de la cueva, generando ambientes dramáticos y teatrales. El mobiliario, rustico y mínimo, enfatiza la atmósfera natural del espacio, además de aprovechar la fuerte luz natural que entra por la boca de la cueva contrastando con la luz artificial. Al igual que en el interior, en la montaña se propusieron una serie de plataformas flotadas, de mucho mayor tamaño que las de la cueva, a distintos niveles que descienden paralelamente a la inclinación natural y están colocadas intencionalmente de forma ligeramente irregular. Bajo una de estas plataformas se ubicaron los baños y las instalaciones de cocina para eventos. Finalmente, para proteger a las personas del sol directo se colocó una gran velaría que sirve también como referencia visual desde una larga distancia. El resultado es un agradable lugar para hacer desde pequeñas reuniones en torno a la cultura del vino dentro de la cuerva o un coctel para unas 150 personas en las tarimas exteriores. Y lo anterior con un carácter comercial importante ya que se cree que este será el punto donde más ventas se cerrarán del conjunto inmobiliario.

Kassel es una marca de muebles mexicana que cuenta con una sólida presencia comercial en distintos puntos de la Ciudad de México y buscaron al equipo de DIN interiorismo para desarrollar el proyecto de su tienda insignia en la colonia Anzures, sobre una de las importantes avenidas de la zona, por lo que aprovechar esta privilegiada ubicación era el principal objetivo. El concepto se definió tras analizar la oferta de la marca: mobiliario y accesorios para el hogar. Por lo anterior decidió partir del famoso y sencillo ícono de la casita con techo de dos aguas, que no es parte de la idiosincrasia de nuestro país, pero es un elemento muy sencillo que remite sin equivocación inmediatamente al hogar. Al entrar a la tienda nos recibe un lambrín de madera que continúa con un plafón a dos aguas en la doble altura enfatizando el elemento seleccionado para el lenguaje de diseño. En el intermedio de planta baja y alta hay un mezzanine que también se adaptó para tener más espacios de exhibición de los diferentes productos. El local se desarrolla en dos niveles por lo que se demolió la losa existente y se construyó una gran escalera en lámina de acero con ángulos irregulares que enfatiza el acceso e invita a los clientes a recorrer todo el espacio. En la planta alta el reto que tuvo el equipo de DIN interiorismo fue romper con el estilo tradicional de exhibición de las tiendas de muebles, para lo que se trazó un pasillo curvo que da perspectiva al espacio y está delineado por un plafón curvo con iluminación cenital. La iluminación es fundamental para este proyecto, por lo que se trabajó con un diseñador de iluminación para lograr el ambiente ideal en todos los espacios.

Ajoblanco es un restaurante de cocina mediterránea española que solicitó al equipo de DIN interiorismo desarrollar un diseño que se relacionara con su menú. El mar mediterráneo que baña las costas españolas fue el concepto que definió la paleta de color y los elementos utilizados para dar forma al interiorismo de este proyecto. El espacio que utilizaría el restaurante está divido en 3 niveles, por lo que fue importante generar un lenguaje que unificara todo el concepto aprovechando los cambios y la amplitud de las diferentes áreas. En la recepción se diseñó una celosía a base de cuerdas y como el elevador es el eje que verticalmente conecta los diferentes pisos, se destacó recubriéndolo de material cerámico tipo madera que se combinó con vidrio color azul hacia la fachada, y lograr que sea el primer impacto. La planta baja y el primer nivel están conectadas por medio de la cava, que fue diseñada dentro de una caja de cristal, con estructura metálica y madera, para aprovechar los brillos y colores de la exhibición de botellas. El primer piso es un espacio espectacular que destaca por su doble altura y la selección de elementos que transmiten todas las señales para que el comensal descifre la atmósfera que está disfrutando. Al subir por la escalera hacia el segundo nivel se encuentra el cubo de iluminación original. Con las modificaciones del proyecto era necesario dar iluminación natural a la cocina, así que se tomó este espacio dándole valor, creando una escultura de peces tejidos en alambre de la artista Girasol Botello. En el tercer nivel, al salir del elevador, se encuentra un puente de cristal que comunica con los salones privados. El equipo dirigido por el interiorista Aurelio Vázquez se encargó de que todos los detalles dieran sentido al proyecto. Diseñaron la disposición de una lluvia de luminarias —que recuerda a las estrellas en medio del océano— sobre la barra del bar recubierta en Krion, en un blanco absoluto que destaca dentro de un espacio lleno de color. Las columnas de todo el restaurante se cubrieron con láminas de acero oxidadas, dando la sensación de que fueron traídas del mar. Se colocaron tapices a gran escala que aportan color y movimiento, además de servir como elementos fonoabsorbentes en respuesta a los materiales seleccionados para recubrir el piso y los muros como porcelánicos tipo madera, mármol y piedra caliza. La paleta de color es neutra combinada con colores azul y para los baños se añadieron toques de colores contrastantes.

Un ambiente sofisticado era el objetivo solicitado por el cliente para el diseño interior de su salón Silvette. El elemento principal del espacio es una celosía de madera que marca la distribución de las áreas y para enfatizar su protagonismo el equipo de DIN interiorismo decidió iluminarla de forma indirecta para hacerla sobresalir. La celosía sirve además como soporte para las unidades de atención a clientes recibiendo los espejos y cajoneras de cada lugar. Para darle la vuelta a la falta de espacio se decidió resaltar la división que marca las dos áreas principales del salón y se hizo un cambio de nivel por medio de una plataforma. El local tiene muros de concreto aparente, mismos que no era posible intervenir por reglamento, para resolver esta restricción se seleccionó una paleta de color en tonos cálidos que se combinó con madera y papel tapiz para agregar calidez al espacio. Se diseñó un plafón, para resolver la falta de muros del local, en el que se definió la iluminación que permite crear distintos escenarios para la operación del salón y el confort de los clientes. El mobiliario tiene una línea sencilla y contemporánea en colores neutros acentuando la armonía del espacio. El diseño del interiorista Aurelio Vázquez cuidó que Silvette tuviera una vista muy atractiva desde el exterior aprovechando al máximo su fachada completamente acristalada.

Este Hotel de Amor diseñado por el equipo de DIN interiorismo tomó como punto de partida para el desarrollo conceptual del hotel: el tatami —estas tradicionales esteras japonesas que se utilizaban para cubrir el piso de las habitaciones principales— con el objetivo de rescatar la estrecha conexión que debe existir entre el espacio y la persona que va a habitarlo, apelando a la sensibilidad del ser humano. Para el ambiente se buscó la sensualidad y el erotismo de las ilustraciones de los libros tradicionales de Japón que describen las artes amatorias. El centro de la paleta de color es el emblemático color rojo que define a la nación del sol naciente que se combinó con tonalidades mostaza que hacen referencia a los dorados que resaltan en los ornamentos de templos y diferentes construcciones. Una parte esencial de los hoteles de amor son los fajodromos, estos elementos que despiertan en los huéspedes el deseo por la aventura y la experimentación, para éste se diseñaron tres principales. Uno en la cabecera en forma de gradas, el segundo es un asiento suspendido por cables de acero, recordando los zapatos Geta y otro en forma de lengua con alturas ajustables. Una serie de tubulares enmarcan la cama, haciendo referencia a las construcciones de bamboo, e invitan a inventar juegos con el más puro estilo de las artes marciales. El diseño de los plafones y pisos toma forma con dos curvas encontradas que no se tocan, mismos que nos ayudan a marcar circulaciones y las diferentes zonas dentro de la habitación. Como complemento, junto a la cama diseñamos una mesa baja que funciona para comer o puede convertirse en escenario para baile. Como solemos hacer en este tipo de hoteles la regadera es acristalada jugando un importante papel erótico ya que puede ser vista desde cualquier punto de la habitación. Aprovechando el magnífico clima de la ciudad de Cuernavaca, lugar donde se ubica este remanso de placer, algunas habitaciones cuentan con un roof garden, único en la ciudad de la eterna primavera.

A diferencia de los hoteles que se desarrollan en Cancún, pensados para satisfacer la creciente demanda de visitantes a esta joya del caribe, el Hotel Sexto Sentido es un Hotel de Amor diseñado por el equipo de DIN interiorismo pensado para los habitantes de esta ciudad. El enfoque en el público objetivo permitió dar forma a un concepto que no estuviera relacionado con el mar, un reto que disfruta este grupo de creativos. El tema seleccionado fueron las emociones y se acotaron a aquellas relacionadas con lo mejor de las actividades sexuales. Alegría: el sentimiento de placer por un suceso agradable. La euforia: esa sensación de optimismo y bienestar producida por la satisfacción. La lujuria: tomando su lado vibrante, el deseo sexual desordenado e indomable. Y no podía faltar el éxtasis: ese estado de plenitud máxima. En total cuatro emociones que dan forma al concepto total. Una vez acotadas las emociones se relacionaron con un color que en combinación con todos los elementos de cada una de las habitaciones definen un lenguaje gráfico que genera cuatro diferentes tipos de ambientes. Para la alegría el amarillo, la euforia en naranja, la lujuria el rojo y el éxtasis en morado, una selección dinámica y llena de energía. El diseño de las habitaciones fue apoyado con gráficos inspirados en el trabajo de la artista Barbara Kruger, que se balanceó con muros en blanco para lograr los porcentajes adecuados de elementos gráficos y color, en armonía con los elementos principales de la habitación. La cama se colocó a 30° definiendo el punto de partida de la distribución del espacio. Detrás de la cabecera se diseñó un Fajodromo inclinado y la regadera es acristalada enmarcando la vista hacia la habitación.

La sala de amigos es el lugar dónde el Patronato del Museo Franz Mayer realiza sus reuniones. La dirección y miembros del patronato solicitaron un proyecto para renovar el espacio, mejorando sus condiciones de iluminación, mobiliario e instalaciones, para tener reuniones eficientes y agradables en un ambiente que refleje la esencia del museo. Este cambio también considera incorporar tecnología de punta para poder abrir las puertas de este espacio a reuniones de trabajo más allá de las internas del propio museo. Se decidió dividir el espacio en dos zonas, manteniendo el piso de madera de la casa original del Sr. Franz Mayer, que en combinación con las vigas de madera le dan calidez necesaria al espacio y nos cuentan parte de la historia del museo. El lenguaje de diseño se convierte entonces en el balance entre los elementos clásicos y los contemporáneos, como el mobiliario, luminarios y materiales seleccionados para enfatizar el ambiente funcional y confortable que se estaba buscando. El área de la sala de reuniones debía ser espectacular, se diseñó una gran mesa en forma de bala con acceso al centro para que el orador pueda estar cerca de todos los presentes o bien se puede cerrar y tener una mesa para 25 personas. Sobre esta se colocó un gran candil de diseño contemporáneo, se maximizó el uso del rojo —el color corporativo— para dar los acentos al espacio y se incorporó el uso de los equipos necesarios para brindar toda la comodidad para llevar a cabo una reunión o evento. El arte seleccionado aporta la personalidad del espacio. El baño fue donde se hizo una propuesta arriesgada; se cubrió el cubo que lo aloja con un papel tapiz de relieve en líneas para enfatizar su altura. Dentro del baño se hizo un contraste entre cerámicos grises y neutros con un cerámico color turquesa que se colocó en el muro resultando en el remate visual al ingresar al espacio.

La remodelación de este hotel surgió de la necesidad de actualizar la imagen y darle un carácter muy distinto al que tenía. Tomando como base su ubicación, el equipo de DIN interiorismo —dirigido por el interiorista Aurelio Vázquez— encontró en la contracción de la palabra Tenayuca el nuevo nombre. Con esta numerología como objetivo se generaron diez zonas representadas cada una por centenas: 100, 200, 300 y así sucesivamente. A cada bloque de numeración se le asignó su propia paleta de color y dentro de las habitaciones la representación de esta cifra en dígitos romanos se transforma en los elementos que aportan el lenguaje estético dándole una personalidad diferente a cada una. Espejos con formas orgánicas y de gran formato dan movimiento al espacio, al que se suma el juego de los distintos tipos de pisos que varían desde franjas blancas y negras, hasta cerámicos de tipo madera y piedra. Para reforzar la sensación de amplitud de las recámaras, el espacio de la regadera se dejó totalmente acristalado y flanqueado por la escalera que da acceso a la habitación. También se diseñaron dos muebles, un sillón y un elemento vertical acolchado con una alta carga erótica, que junto con una pequeña banca dentro de la regadera, enriquecen el equipamiento de un cuarto en el que se esperaba pasar una noche y lo transforman en el cuarto en el que se espera vivir una fantástica aventura.

La naturaleza ha sido la inspiración de innumerables proyectos, pero en el caso del Hotel Natura diseñado por el equipo de DIN interiorismo —dirigido por el interiorista Aurelio Vázquez Durán— las tonalidades y sus texturas características son el leitmotiv que le da sentido al lenguaje del proyecto en donde no solamente predomina el verde y las formas foliares, sino la sensación de estar en la entraña de donde surge todo lo que da vida. Desde la fachada resalta una gigantesca estructura metálica con forma de hoja que enfatiza tanto el nombre del lugar como todo lo que los huéspedes encontrarán en su interior, anticipando el encuentro con un mundo donde la naturaleza es la esencia. Las habitaciones tienen distintas configuraciones y en todas ellas los materiales evocan los elementos naturales básicos como la madera, el follaje y la piedra. Cada habitación tiene los muebles básicos entre los que destaca una atractiva regadera recubierta de cristal en la que se repite el dibujo del patrón de las plantas para crear espacios sólidos y transparentes que dan como resultado un dinámico juego visual. Los muebles de descanso y esparcimiento emulan a las lianas que colgadas de un par de tubos invitan a ir más allá del reposo.

Hotel iPico - DIN interiorismo

Donato es un viñedo ubicado en la zona de Bernal, en el estado de Querétaro en México, que busca darles a sus visitantes una experiencia que vaya más allá de lo que actualmente se ofrece en la zona. Su privilegiada ubicación a escasa hora y media de la Ciudad de México, le da una ventaja muy atractiva que está detonando un interés por todo lo que sucede en esta creciente población. El proyecto que se hizo para Donato es un complejo que además de viñedo, incluye un salón de eventos para 850 personas, una tienda gourmet, dos restaurantes, una cava para visitantes en general y una cava especial para la familia. En todo el proyecto se pueden apreciar vistas magníficas a la Peña Bernal, este emblemático punto de referencia, que está rodeado por las viñas y su caleidoscopio de colores y texturas durante todo el año. Para el cliente fue muy importante que la arquitectura tradicional de la zona estuviera presente en todo el casco del complejo y aderezar los espacios con amplias terrazas abiertas, galerías de grandes arcos, muros de piedra y techos con bóvedas de ladrillo que envuelven al visitante con el sabor del de la región. El equipo de DIN Interiorismo buscó que el proyecto de diseño de interiores fuera el correcto contraste contemporáneo para lograr un ambiente atemporal que se transforme de acuerdo con las necesidades que se van dando con el paso del tiempo y que simultáneamente sea la base que le dé la funcionalidad y el carácter propio que cada uno de los espacios y las actividades que en ellos se desarrollan requieran. La madera es uno de los materiales protagónicos dando forma al mobiliario de exhibición y bodegas de las cavas, en combinación con muros blancos y en color tinto que enfatizan la tradición vinícola que siempre busca mantener el enlace con el rústico ambiente que le caracteriza. En el salón de eventos el plafón es el elemento que le da dinamismo al espacio y al mismo tiempo recibe al sistema de iluminación que permite crear todas las escenas necesarias para un evento del siglo XXI. En Donato el exterior, el interior y el subsuelo invitan a los visitantes a recorrer hasta el último rincón seguros de que no hay un rincón en el que no se sentirán identificados con su vocación enológica. El trabajo de Aurelio Vázquez y su equipo, logró que los distintos usos y servicios pudieran operar bajo el hilo conductor del interiorismo que crearon para este mundo dedicado al disfrute del vino y las experiencia que entorno a este giran.

El equipo de DIN interiorismo siempre disfruta los nuevos retos y como los interiores son su especialidad siguen encontrando oportunidades para dar forma a diversas experiencias. En el proyecto para Altísima, Boutique de Carnes el objetivo fue crear un ambiente en el que la exhibición y compra de carne fuera diferente, sin perder de vista la funcionalidad y la atención a los clientes. Aprovechando la generosa altura del espacio se crearon varios elementos que dan atmósfera y juegan con la escala. Unos enormes trinche y tenedor— herramientas esenciales para cocinar y comer la carne— llaman la atención y acompañan a los exhibidores y mostradores que complementan el recorrido. El plafón define las diferentes áreas y recibe los luminarios para las mismas, además de dirigir la vista hacia el remate del local un muro en color rojo brillante sobre el que destaca la marca. El objetivo del proyecto se cumplió sin lugar a duda logrando un espacio que habla de asados y de su protagonista: la carne de res. En la parte superior de los muros se colocaron una serie de círculos de varios tamaños hechos de pieles de distintas razas de vacas para dar ritmo y textura en una geometría diversa a la naturaleza propia del animal. El mueble de la caja muestra un panel hecho de huesos tuétano, característicos por su vacío central, que fueron blanqueados y tratados para hacer con ellos el contorno de la caja. A ambos costados del mostrador central se localizan el refrigerador y la zona de exhibición de vinos respectivamente. El interiorista Aurelio Vázquez y todo su equipo se aseguraron que la visita a Altísima, Boutique de Carnes sea toda una aventura gastronómica.

Una de las más importantes capacidades del interiorismo es darle una nueva imagen a los espacios y aprovechar lo que se tiene para inyectarle una atmósfera productiva actual y prolongar su vida útil. El hotel La Venta necesitaba dejar atrás su estilo de los años 80 y dar un salto cuántico al nuevo milenio para lo que se apoyó en la experiencia del equipo de DIN interiorismo. El objetivo del proyecto giró en torno a un nuevo espíritu alegre y divertido para lo que se comenzó a jugar con el propio nombre. En su definición básica y sinónimos encontraron los conceptos que marcaron los lineamientos para integrarlo a la familia de hoteles de amor. El hilo conductor es el intercambio ininterrumpido de trazos, formas y colores imprimiéndole dinamismo al recorrido entre tonalidades como el morado, rosa chilango y arena por todas las habitaciones. En el interior de cada cuarto la trayectoria del color continúa a lo largo del plafón cóncavo que transmite una psicodélica y divertida sensación que se acentúa en los ángulos de las camas. Geometrías y color alegran la vista de los huéspedes del Hotel La Venta y los invitan a disfrutar de una divertida experiencia creada por el interiorista Aurelio Vázquez y su equipo.

Hotel Pasadena - DIN interiorismo

El concepto de Hoteles de Amor, marca registrada y creación de DIN interiorismo, sigue dando excelentes resultados que se demuestran en este proyecto realizado en Puerto Vallarta, Mexico. El cliente dio una encomienda muy clara, quería que este hotel fuera el mejor en su tipo en la zona de una de las bahías naturales más grandes del mundo. El tema de inspiración fue muy natural, y el equipo dirigido por Aurelio Vázquez, retomó todo lo que el entorno de estas playas brinda a propios y visitantes. La presencia del mar se siente en todos los espacios y es el elemento que le da secuencia al recorrido de los huéspedes. Mucha luz y frescura son los dos elementos que evocan el entorno y dan sentido a un concepto en el que la energía y los deportes de playa son claras referencias. Recorriendo las habitaciones se pueden ver elementos que nos describen el mar, los veleros y la playa en una serie de ambientes con ese espíritu playero muy juvenil y sobre todo divertido. Las banderas que identifican a los barcos y la paleta de color son un claro referente náutico que detalla y enfatiza cada rincón. Pisos cerámicos y mosaicos venecianos, estructuras metálicas y superficies sólidas para lavabos son los materiales básicos que podemos observar. Una selección de materiales que invita a disfrutar de la calidez del ambiente y en el que los tonos de azul se filtran como la brisa frente a la playa. En este lugar fue importante abrir algunos espacios al exterior sin perder el elemento de privacidad e intimidad que requiere un ambiente en el que se disfruta el amor. Hay una serie de albercas privadas, hamacas y asoleaderos que invitan a disfrutar del maravilloso clima que deleita a este lugar durante la mayor parte del año y que da la oportunidad a los visitantes de jugar y crear su fantasía en el interior y el exterior de este maravilloso oasis.

l equipo de DIN interiorismo le encantan los retos y el Hotel Bonn presentó dos muy atractivos para estos profesionales del espacio. El primero fue el proyecto de diseño para renovar un edificio con 25 años de uso intensivo y el segundo ejecutar el proyecto sin detener la operación del hotel, para lo que se hizo una programación por etapas. Partieron del nombre del hotel y decidieron resaltar la cultura alemana en su parte de alta tecnología y de ingeniería para presentar un proyecto que refleja una característica muy conocida del país, pero que rara vez se emplea como parte fundamental de un proyecto de interiores. Se crearon ambientes contemporáneos con pocos elementos en los que destaca una paleta de colores vibrantes. Las habitaciones tienen diferentes configuraciones por lo que los cajillos de los plafones, el mobiliario y la iluminación se colocaron de acuerdo con las dimensiones y forma de cada espacio teniendo como objetivo no solamente la funcionalidad sino también dar dinamismo al ambiente. Se buscó que la tecnología fuera protagonista por medio de un sistema de domótica desde donde se puede controlar la iluminación, música y video en cada cuarto. Un excelente contraste se logró con la presencia de gráficos creados con textos y tipografías clásicos alemanes. Los materiales que se utilizaron como pisos cerámicos, elementos de acero inoxidable, textiles sintéticos y laminados plásticos resaltan la atmósfera sincrónica además de dar amplitud y mantener impecable hasta el último rincón.

El proyecto que desarrolló el equipo de DIN interiorismo para el Hotel Hollywood tuvo como principal objetivo llevar a cabo un reacondicionamiento total del edificio para quitarle la huella de sus 25 años de operación y presentarlo con una nueva imagen y listo para operar con los mejores estándares para llegar al medio siglo. El nombre del hotel es una referencia icónica muy fuerte que no se veía en su imagen anterior, pero tampoco se buscaba se hiciera alusión a esta. Analizando la historia de esta ciudad se decidió utilizar los elementos que dieron forma a la época de oro del cine estadounidense y emplearlos como hilo conductor del nuevo proyecto. La remodelación dio lugar a distintas configuraciones en las habitaciones para lo que se decidió que la constante a mantener fueran la paleta de color y los acabados. El clásico contraste del blanco y negro se acentúa con el color rojo logrando una atmósfera llena de brillo que pasa por los plafones, los mosaicos venecianos y algunos elementos del mobiliario como un guiño del glamur característico de la época. El resultado es un espacio en el que resalta toda la experiencia de Aurelio Vázquez y su equipo donde todos los elementos funcionales y estéticos necesarios han sido considerados para que los huéspedes protagonicen su propia película en cada visita.

Un proyecto de oficinas con un diseño que ofreciera la suficiente amplitud de movimiento y a la vez tuviera espacios privados, fue la propuesta de DIN interiorismo ante el reto de desarrollar un área dinámica que permitiera a los usuarios trabajar con mucho espacio en una planta semi abierta de 111 metros cuadrados. Un proyecto que destaca por su sencilla combinación de elementos y materiales, cuyo color y textura hacen el contraste necesario para invitar a trabajar. La disposición ordenada del mobiliario y el color gris de los muros se rompe con el elemento protagónico —que en este caso es el plafón tipo origami— que vestibula y divide la sala de juntas de la oficina principal y área de operativos. La oficina principal y la sala de juntas están divididas con cristal, lo que las integra visualmente con el resto de la oficina, además estos cristales pueden ser usados como pizarrones. El piso de tablero OSB ayuda a amortiguar la acústica y dar calidez al espacio. Los espacios abiertos ayudan al trabajo en equipo y control pleno de operación sin embargo también está prevista una pequeña área en donde los operativos puedan tomar llamadas con mayor privacidad o bien descansar unos minutos para cambiar a una posición más relajada. Algunos acentos de color azul y verde se observan en los muros y ciertos detalles en los muebles, discretas notas que dan movimiento y dinamismo al ambiente general. El interiorista Aurelio Vázquez junto con su equipo lograron hacer un espacio contemporáneo sin sacrificar la calidez y la funcionalidad del espacio.